Una noche se quitó del cuello la medalla Milagrosa, la que no pudo encontrar al volverse a vestir. A su asistente no le sorprendió, pues la medalla ya había cumplido su misión. Le había preservado la vida durante sus campañas en Sudáfrica.
Al poco tiempo de reincorporarse al Regimiento, se le comunicó que había sido ascendido a comandante del 5º Regimiento de Dragones de la India. Su separación del 3er regimiento de Húsares después de 21 años de servicio fue muy amargo. El regimiento le hizo una grandiosa demostración de afecto.
Muchos oficiales jóvenes viajaron en su compañía a la India. B.P les tomó gran interés y les enseñó muchas cosas de su propia experiencia, tomaba el té con ellos y así pudo conocerlos individualmente y darles mayores responsabilidades.
Introdujo nuevos métodos de adiestramiento. Organizó Scouts de Regimiento adiestrados contra las tropas enemigas y les otorgó insignias con el dibujo de la flor de liz.
Durante una licencia acampando en Cashemira preparó un manual de adiestramiento para él ejercito “Ayuda al Escultismo”. Esto debía tener un efecto tan grande que él no pudo darse cuenta entonces de ello.
Decidido a hacer de su regimiento el mejor de la India, B.P tenía siempre listos a sus hombres para actuar de inmediato y para ello con frecuencia hacía pruebas de movilización.
Introdujo la bicicleta como medio de transporte para los correos de despachos, formando un club de ciclistas.